Debemos reconocer que el «mal aliento» es causado principalmente por factores orales en el 90% de los casos. En el 10% restante, la halitosis es un síntoma de otra enfermedad.
Este término fue utilizado por primera vez en 1921, resultado de la combinación de las palabras latinas halitus (aire espirado) y el sufijo griego osis (utilizado para describir una alteración patológica)
La halitosis supone un tabú social para muchas personas, pudiendo generar problemas psicológicos. Este que afecta a las relaciones personales y profesionales de los que la padecen. Conductas como el aislamiento social, baja autoestima, depresión, etc por sentir vergüenza y por temor a sentirse rechazados, son frecuentes ante un cuadro diagnóstico de halitosis.
Por todo ello te dejamos unos consejos para combatirla.
- Cepíllate los dientes con frecuencia. Entre tres y cuatro veces al día, utilizando accesorios que faciliten la eliminación de la comida de recovecos o zonas donde no llega tu cepillo habitual. Estos pueden ser hilo dental, limpiadores linguales, irrigadores bucales o cepillos interproximales.
- Si eres portador de aparato de reposición como prótesis, es muy importante que prestes atención a la higiene de estos. También a las zonas perimplantarias o adyacentes a los límites protésicos si dicha prótesis no se puede retirar para limpiar adecuadamente. Límpialos con productos adecuados cada vez que termines de comer.
- Cambia tu cepillo dental cada 3 meses para que tu higiene bucal sea lo más adecuada posible.
- Acude al dentista periódicamente para controlar los procesos o enfermedades periodontales. También con ello evitarás la aparición de lesiones que puedan contribuir a la halitosis, tales como caries, abscesos,… Estas pueden agravar considerablemente la calidad de vida de la salud oral.
- Si padeces xerostomia, toma abundante agua para tener la cavidad oral hidratada. Con ello evitaremos restos de comida o bacterias que producen halitosis, así como la caída del PH. Se pueden utilizar otros recursos adicionales, haciendo uso de la orientación médica, como saliva artificial, o geles orales . Estos favorecerán la lubricación y la producción de saliva.
- Evita comidas que dejen aromas fuertes, así como el consumo de tabaco u alcohol.
- Llevando a cabo todos estos consejos podrás tener un aliento agradable. Si quieres potenciar el frescor y buen sabor de boca, puedes hacer uso de algunos colutorios que dejen un sabor agradable a mentol o hierba buena, evitando los que contengan alcohol. Con ello evitaremos la irritación en los tejidos orales.
Para concluir, si tienes alguna duda sobre cómo controlar esta desagradable situación, acude a Cora Odontología. Te orientaremos para solucionar cualquier problema odontológico.