El liquen plano oral es una patología inflamatoria no transmisible, que afecta a las membranas intra orales, siendo las zonas más habituales la cara interna de cachetes, paladar, lengua o cara interna de los labios.
El liquen plano oral presenta un aspecto habitual de manchas blanquecinas en forma reticular. También puede aparecer con aspecto de manchas rojas inflamadas que cursan con úlceras o aftas. Este puede provocar dolor o ardor. La problemática de parecer este tipo de lesión, radica en la alta probabilidad que tienen las personas afectas por este mal de padecer cáncer oral en las zonas lesionadas.
La causa de esta lesión no está esclarecida del todo. Actualmente, se sabe que se da por una alteración del sistema inmune en concreto de los linfocitos «T». Esto da como consecuencia una afectación de las células basales de la mucosa intra oral.
Existen algunas hipótesis que vinculan la presencia de alergia o infecciones orales como posibles factores desencadenantes de este mal, pero aún no están confirmadas.
La principal molestia que genera este mal, es en primer lugar las molestias concomitantes a las úlceras abiertas. Estas pueden infectarse causando mucho dolor, sensibilidad y malestar ante diversos estímulos como alimentos calientes, cítricos o picantes. Otras de las molestias habituales suelen ser las molestias ante el cepillado, la deglución, la masticación e incluso el habla.
Es habitual que cuando una persona padece liquen plano oral, suela tener otras localizaciones a nivel general, presentándose como ampollas eritematosas en diversas partes del cuerpo. Estas pueden ser las orejas, los genitales, el cuero cabelludo, las uñas o el esófago.
Existen factores de riesgo que predisponen a tener este tipo de lesiones como son el consumo de fármacos que debiliten el sistema inmune, tener alteraciones inmunitarias o ser recientemente trasplantados sometidos a procesos de inmuno supresión.
Las complicaciones acaecidas de este trastorno son muy variopintas. Las más usuales son:
- la aparición de infecciones de las zonas patológicas,
- estrés, ansiedad, depresión, aislamiento social,
- pérdida de peso, deficiencia nutricional,
- dolor considerable,
- incluso en la peor de las circunstancias la aparición de cáncer oral.
El diagnóstico del liquen plano oral se da en primer momento por una exploración clínica que identifique la lesión. Acto seguido se puede proceder a realizar biopsias, analíticas de sangre que identifique algún trastorno inmune que justifique su aparición. Además se pueden llevar a cabo cultivos, en caso de que existieran infecciones secundarias por bacterias u hongos.
El tratamiento primordial consiste en intentar identificar y eliminar la causa de la alteración inmune. Existe también una línea de actuación que se basa en el alivio de los síntomas mediante:
- productos tópicos como geles,
- pomadas con corticoesteroides,
- infiltraciones en la zona afecta,
- fármacos sistémicos, estos últimos más empleados en liquen plano generalizado.